quarta-feira, 2 de outubro de 2013

ANA MARIA CABRERA Comunicação

Regina Pacini
puente de amor entre Portugal y Argentina
 Ana María Cabrera
puente de unión entre Portugal y Argentina.

Llevada por la fuerza del amor deja la tierra que la vio nacer para migrar a Buenos Aires. Es la única mujer extranjera de presidente argentino.
Gracias a ella hoy estoy en Lisboa. Fue fascinante investigar sobre esta gran soprano portuguesa que dejó país madre y hermanos para casarse con el Dr. Marcelo T. de Alvear, presidente argentino entre los años 1922 y 1928. Fruto de la investigación histórica y la creación literaria en el año 2001 publiqué mi novela “Regina y Marcelo un duetto de amor”. En enero de este año apareció aquí la versión en portugués de este libro que tantas satisfacciones me brindó. Gracias a él conocí a la comunidad portuguesa, fui invitada a todas las celebraciones patrias en la Embajada y por sobre todo a la asociación de Mulheres Migrantes que preside Natalia Correia.
Regina Isabel Luisa Pacini nació en Lisboa el 6 de enero de 1871. Su padre, Pietro Pacini, de origen italiano, era barítono y llegó a ser director del Real Teatro de San Carlos. Su madre, Felicia Quintero, era andaluza. Se casaron en Portugal donde formaron una gran familia.
Cuentan que desde muy pequeña Regina acompañaba a su padre al Teatro. ¡Cuánto soñé llegar a conocerlo! Quiero compartir un fragmento de mi obra que remeda los comienzos de esta gran cantante: “Pai e filha entraram. Os primeiros compassos da ópera “A Sonàmbula, de Bellini irromperam pela sala. O corpo de Regina estremeceu. Continuava em pé presa ao encantamento da música. Os olhos desmesuradamente abertos, a boca prestes a deixar escapar um som. Naô perdía um movimiento da intérprete que ensaiava em palco. Por fim, ouviu-se o último acorde da ópera. A pequeña estaba imóvel. Os cantores foram saindo. O silêncio era total, apenas se ouvia o som do
cenário que començava a ser desmontado. O teatro ficou vazio. Regina tremía de ansiedade por subir ao palco. Foi nesse momento que se sobressaltou….…Caminhou lentamente. Subiu um a um os degraus. Ao chegar, um halo mágico envolveu-a. …O coraçon de Regina batia acelerado. A criança ria e chorava ao mesmo tempo. Sem saber como nem porquê, començo a cantar. (página 11, “Regina e Marcelo um dueto de Amor” . Oficina do Livro. 2013).
Cuando Regina tenía once años falleció su padre. El artista dejó a su familia una vida de sueños pero con escasos recursos económicos. Su madre, Felicia Quintero, fue quien consiguió que su hija tomara clases gratuitas de canto con el maestro Napoleón Vilani. Regina poseía una voz privilegiada y pronto comenzó una exitosa carrera como soprano ligera. Fue aclamada por la crítica y el público de los más famosos teatros de Europa.
Siendo una famosa cantante viajó a Sudamérica. Debutó en el Teatro “Solís” de Montevideo, Uruguay. El 1 de septiembre de 1899 Regina cantó en el teatro Politeama de Buenos Aires.
“…..quando a cortina subiu ficou tudo em silêncio. A música era o prelúdio da entrada dos cantores. Os primmeiros acordes de Lucia di Lammermoor, de Donizetti, iluminaram a sala. Regina Pacini surgia envolvida por arpejos celestiais. A sua voz esvoaçava nos ouvidos de Alvear. Estremeceu. Nunca tinha experimentado uma sensaçâo como aquela……
….A sua voz era uma melodía cristalina que insistia em acariciá-lo. Nesse momento, aquele homem percebeu que ela era a mulher da sua vida…..”(página 32. “Regina e Marcelo um dueto de amor”).
Nunca imaginó que ese viaje cambiaría su vida. Marcelo T. de Alvear, uno de los solteros más codiciados, estuvo la noche del estreno.
Fascinado con la voz de la mujer Alvear la siguió por los más importantes teatros del mundo, colmándola de flores y requerimientos amorosos.
 Durante ocho años Regina siguió recibiendo las infaltables rosas rojas y blancas con una tarjeta que decía: “Marcelo T. de Alvear, todavía”. La sociedad argentina no admitía la unión de un aristócrata con una artista.  Pero Marcelo desafió los prejuicios de la época para casarse con Regina en Lisboa, el 29 de abril de 1907. Desde ese día la mujer cantó solamente para su amor o en alguna ocasional reunión íntima. “Por fim chegou o grande dia, A 29 de abril de 1907 Regina Pacini e
Marcelo T. de Alvear casaram. A cerimónia teve lugar em Lisboa, na Igreja de Nossa Senhora da Encarnaçâo……
….Depois da festa íntima o casal foi-se embora para desfrutar da sua lua de mel. Foram para o Monte Estoril, onde passaram a noite no Hotel Royal”.(páginas 44-45-“Regina e Marcelo um dueto de Amor”).
 Cuando Alvear llegó a la presidencia de la Nación, en 1922, Regina Pacini pasó a ser la Primera Dama del Siglo XX y la única extranjera. Durante la gestión de su esposo Regina comenzó a trabajar en un magnífico proyecto: la Casa del Teatro. Conocedora de la sensible alma de los artistas, la cantante tuvo la idea de crear una casa que fuera refugio de la vejez, muchas veces signada por el desamparo. Hoy esa casa cobija a casi cincuenta pensionados, que son historia viva de la
escena nacional.
 En 1924 el entonces presidente de la República Argentina, Marcelo T. de Alvear, fue quien fundó “Villa Regina” en la provincia de Río Negro. La bautizó Regina en honor a su esposa.
En el año 1928 concluía el mandato presidencial del Dr. Marcelo T. de Alvear. Antes en la Casa de Gobierno disfrutaron del bel canto. “A Casa Rosada preparava-se para uma verdadeira festa musical. Lauri Volpi foi convidado pelo presidente para cantar La Bohème, ia ser acompanhado pela primeira-dama no il duetto da ópera…. .A beleza da voz da sua Regina ficou para sempre na memoria das
paredes da Casa Rosada.” (página 94.”Regina e Marcelo um dueto de Amor).

 Regina Pacini fue protagonista de un largo e intenso amor. De la mano de su esposo esta generosa mujer portuguesa soportó en silencio la indiferencia de la sociedad argentina respondiéndonos con el regalo de grandes obras culturales: la Casa del Teatro, refugio de la vejez de los artistas y Radio Municipal para que todo el pueblo pueda escuchar el bel canto desde su hogar.
Esta gran mujer portuguesa murió en Buenos Aires el 18 de septiembre de 1965 a los noventa y cuatro años.
La belleza del Arte eleva el espíritu. Hoy la necesitamos más que nunca. Portugal y Argentina dos países que hoy se dan la mano a través de esta emblemática mujer: la inolvidable Regina Pacini.

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